La Ciudad y la Medicina Alternativa
Ante esta realidad, el habitante de medio pelo, deberá calmar sus dolencias con agüitas de manzanilla, confiados en que “ya pasará”, en que Dios no se olvida de los pobres, etc. Y si ello no remedia sus achaques, buscará la ayuda de la medicina alternativa. Hemos captado algunas pintorescas imágenes de estos lugares:
Lisiados, espantos, estrés. La última foto nos plantea un problema: sobre la puerta, en la parte inferior se lee: “pero bravo”. Si es una conjunción adversativa, significaría la actitud del sanador ante el enfermo; probablemente se querían referir al fiel guardián de la casa...
Las imágenes que siguen están ligadas al mismo tema:
En esta imagen se plantea dos dilemas lingüísticos: ¿Es posible fabricar aquí productos canadienses? Y el otro: el curioso lector podrá comprobar que el sustantivo “muleto” en el diccionario de la RAE significa “mulo pequeño, de poca edad o cerril” y de ninguna manera un sinónimo de muleta. Que la crisis nos golpea es más que evidente. Si no ¿cómo explicar ese “alquiler de muletas nuevas por 8 dólares al mes”?
3 Comments:
Solo los aburridos usan muletos.
Bueno... los pobres no tienen acceso a la salud publica y menos a la privada..."Por eso optan por la medicina alternativa".
En fin no hay derecho, en una sociedad culta no deberian existir este tipo de errores gramaticales y es nuestra mea culpa por la falta de interes en almacenar conocimientos a través de la lectura... fácil verdad????
Att. Alejandro Páliz
Derecho 1er año
Que tal profe....... Espero todo bien... interesante su página especialmente el primer relato no puedo creer que exista tanto desconocimiento o que las personas no tomen encerio al escribir en un letrero o al publicarlo pero esa es la cruel realidad las personas desconocen muchos significados y ortografía por eso solo la lectura elimina la ignorancia
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